Saber cuándo podar los arbustos es crucial para maximizar su salud y potencial de floración. Si bien los consejos generales sugieren finales del invierno o principios de la primavera para la mayoría de las especies, la poda de otoño puede ser beneficiosa para ciertas plantas, pero el momento lo es todo. La poda incorrecta puede reducir las flores, fomentar un crecimiento débil o dejar los arbustos vulnerables a los daños del invierno.
Por qué es importante el momento de la poda
El éxito de la poda depende de si un arbusto florece en “madera vieja” (el crecimiento de la temporada anterior) o en “madera nueva” (el crecimiento de la temporada actual). Los arbustos que florecen en la madera vieja, como las hortensias y las lilas, ya han producido los cogollos del próximo año. La poda de otoño elimina estos cogollos, reduciendo la floración.
Sin embargo, la poda de otoño puede fortalecer los arbustos propensos a sufrir daños durante el invierno. Las variedades de crecimiento abierto se vuelven más estables cuando se podan antes de que lleguen la nieve y el hielo. Además, eliminar el follaje demasiado crecido mejora la circulación de la luz y el aire y, al mismo tiempo, evita que las enfermedades fúngicas pasen el invierno en los escombros.
La clave es la latencia: La poda demasiado temprana desencadena un crecimiento tierno que no sobrevivirá a las duras condiciones y, en última instancia, aumenta la limpieza de primavera.
6 arbustos para podar antes del invierno
Estos arbustos se benefician de la poda de otoño para mejorar la estructura, el flujo de aire o la resistencia a enfermedades:
- Hortensias Lisas y Panículas: Florecen en madera nueva. La poda de otoño compacta su forma, especialmente en climas más fríos.
- Árbol casto: Este crecimiento rápido (hasta 3 pies por año) prospera con la poda para fomentar la penetración de la luz y el flujo de aire.
- Spirea: Otra de rápido crecimiento, la spirea se beneficia de una reducción de un tercio en su tamaño para promover un crecimiento más saludable.
- Peonía: Propensas a problemas de hongos, las peonías deben recortarse de 2 a 3 pulgadas para eliminar las plagas que hibernan.
- Glicinia: Aunque técnicamente es una enredadera, la glicina se beneficia de la poda de otoño para controlar el crecimiento y fomentar la floración en las ramas laterales.
- Rosas Knockout: A diferencia de la mayoría de las rosas, las variedades Knockout florecen en madera nueva y se benefician de una poda de un tercio para resistir el viento.
3 arbustos para esperar hasta la primavera
Es mejor dejar algunos arbustos hasta finales del invierno o principios de la primavera para maximizar la floración:
- Boj: La poda con el primer brote de nuevo crecimiento dirige la forma deseada.
- Acebo: Dar forma en primavera antes de que aparezca un nuevo crecimiento evita reducir la floración y la producción de bayas.
- Red Twig Dogwood: Los cornejos maduros (3-4 años) se benefician de la eliminación de un tercio de los tallos más viejos mientras están inactivos, estimulando un nuevo crecimiento vibrante.
Poda minimalista: cuando menos es más
No todos los arbustos requieren una poda intensa. La eliminación de chupones, ramas muertas o ramas cruzadas durante todo el año favorece un crecimiento saludable sin una intervención drástica.
La poda estratégica no consiste en obligar a las plantas a someterse; se trata de trabajar con sus ciclos naturales para optimizar la salud y la estética.
Al comprender los patrones y el momento del crecimiento, los jardineros pueden garantizar que los arbustos prosperen durante el invierno y florezcan la próxima temporada.
























