Los proyectos de construcción a menudo adolecen de ineficiencia: trabajadores parados, materiales listos pero no hay personal disponible, y viceversa. Esto se debe a la variación en la producción: procesos inconsistentes que conducen a resultados impredecibles. Si bien es inevitable, la variación es un problema central en la construcción ajustada y abordarla genera importantes ganancias de productividad.

Comprender la variación

La variación no es un caos aleatorio; se divide en dos categorías: causa común y causa especial. La variación de causa común surge de las propiedades inherentes de un proceso: experiencia del trabajador, motivación o procedimientos inconsistentes. La variación de causas especiales surge de factores externos: clima, fallas del equipo, demoras de materiales o errores de diseño. Ambos tipos interrumpen el flujo de trabajo, lo que hace que las operaciones se subutilicen, se extiendan demasiado o fluctúen constantemente entre los dos.

El objetivo: flujo de trabajo confiable

El objetivo no es simplemente predecir el flujo de trabajo (saber qué sucederá ), sino hacerlo confiable, consistentemente estable a lo largo del tiempo. Un flujo de trabajo confiable significa inicios y lanzamientos de trabajo predecibles, lo que permite una secuenciación y asignación de recursos eficientes. El sistema Last Planner® fue desarrollado específicamente para aumentar esta confiabilidad enfocándose en la planificación basada en compromisos y la eliminación de restricciones.

Una estrategia de tres pasos para reducir la variación

Minimizar la variación requiere un enfoque deliberado. Aquí hay un proceso de tres pasos:

1. Implementar buffers

Los amortiguadores absorben el impacto de la variación sin eliminar las causas fundamentales. Existen tres tipos:

  • Valores de tamaño/inventario: El exceso de materiales en el sitio reduce las interrupciones en la cadena de suministro.
  • Bolsas de capacidad: Los recursos adicionales absorben los picos de demanda (menos común en la construcción).
  • Búfers de programación (atrasos viables): El trabajo fuera de la ruta crítica proporciona un plan de respaldo para retrasos imprevistos. Esta es una práctica estándar en proyectos Lean.

Si bien son útiles, los amortiguadores son soluciones temporales. El objetivo es reducir la dependencia de ellos con el tiempo.

2. Reducir y eliminar la variación

La mejora continua es clave. Aproveche la experiencia colectiva de la fuerza laboral para identificar mejores formas de trabajar. Las sesiones de planificación con trabajadores de primera línea son esenciales para desarrollar planes de ejecución realistas. La colaboración es la base de un proceso estable.

3. Bajar el río

Esto se refiere a exponer problemas ocultos del sistema reduciendo gradualmente las redes de seguridad. Por ejemplo, la reducción del stock de materiales en el sitio revela ineficiencias en las adquisiciones y la logística. Esto obliga a resolver problemas de forma proactiva en lugar de enmascararlos con un exceso de inventario.

La recompensa: flujo real

Abordar la variación no se trata sólo de evitar el desperdicio; desbloquea flujo. Con liberaciones de trabajo predecibles y secuenciaciones confiables, el tiempo de inactividad disminuye y la creación de valor se acelera. El resultado: menos esperas, más acción y un proceso de construcción más eficiente.

En última instancia, centrarse en la reducción de la variación no es sólo una buena práctica; es fundamental para lograr una verdadera construcción Lean

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