A medida que las temperaturas bajan y las horas de luz se acortan, las plantas de interior entran en un período de crecimiento lento o inactividad. Este cambio exige hábitos de riego adaptados para evitar errores comunes en el cuidado de las plantas en invierno. Comprender estos cambios es crucial para mantener un jardín interior próspero durante los meses más fríos.
Crecimiento reducido, menos agua
Durante el invierno, la mayoría de las plantas de interior reducen significativamente su tasa de crecimiento. Esto significa que necesitan menos agua para sustentarse. El riego excesivo es una de las principales causas de problemas con las plantas de interior y el riesgo aumenta en invierno, cuando las plantas no crecen activamente. En lugar de ceñirse a un programa de riego fijo, concéntrese en evaluar las necesidades individuales de cada planta.
Cómo comprobar la humedad del suelo
La mejor manera de determinar si una planta necesita agua es comprobar la humedad del suelo. Evite regar según un calendario; en su lugar, confíe en estos indicadores:
- Aspecto del suelo: El suelo seco tendrá un color pálido y notablemente más claro.
- Peso de la maceta: Una maceta seca se sentirá mucho más liviana que cuando la tierra está húmeda.
- Prueba con los dedos: Inserte un dedo unos centímetros en la tierra. Si se siente seco, es hora de regar.
Si la tierra todavía se siente húmeda, espera unos días y vuelve a comprobarla. Es mejor pecar de regar poco que regar en exceso durante el invierno.
El drenaje adecuado es fundamental
Garantizar un drenaje adecuado es esencial durante todo el año, pero es especialmente importante en invierno. Todas las plantas de interior deben colocarse en macetas con orificios de drenaje. El exceso de agua debe poder escapar libremente.
- Ollas y platillos caché: Vacíe el agua acumulada en los recipientes o platillos caché inmediatamente después de regar. Las plantas que se dejan en exceso de agua pueden desarrollar pudrición de las raíces.
- Composición del suelo: Es vital una mezcla para macetas con buen drenaje. Modificar el suelo con perlita o astillas de corteza puede mejorar el drenaje.
Fertilizante: espere hasta la primavera
La mayoría de los entusiastas de las plantas de interior fertilizan durante la temporada de crecimiento para impulsar el crecimiento. Sin embargo, cuando las plantas entran en letargo en el otoño, ya no necesitan nutrientes suplementarios.
- Deje de fertilizar: Deje de aplicar fertilizantes en el otoño. Las plantas no pueden absorber eficazmente los nutrientes cuando se ralentiza el crecimiento.
- Reanudar en primavera: Espere hasta que aparezca un nuevo crecimiento a fines del invierno o principios de la primavera antes de reanudar su rutina de fertilización.
Consejos adicionales para el cuidado del invierno
Más allá del riego, considere estos factores para una salud óptima de las plantas en invierno:
- Humedad: El aire interior se vuelve más seco en invierno debido a los sistemas de calefacción. Aumente la humedad rociando las plantas con regularidad o usando un humidificador.
- Luz: Las plantas requieren menos luz durante el invierno. Ajuste su posición para evitar una exposición excesiva, que puede estresarlos.
- Temperatura: Protege las plantas de corrientes de aire y fluctuaciones bruscas de temperatura. Mantenga una temperatura constante y moderada.
Al adaptar sus hábitos de riego y brindarles el cuidado adecuado, puede asegurarse de que sus plantas de interior prosperen durante los meses de invierno y emerjan sanas y vibrantes en la primavera.
























