¿Alguna vez te has preguntado cómo se llama a más de un ratón? La respuesta es deliciosamente extraña: una travesura. Este inusual sustantivo colectivo capta perfectamente la naturaleza impredecible y a menudo caótica de estos pequeños roedores. Si bien los científicos y los profesionales del control de plagas pueden utilizar términos como “colonia” o “infestación”, la palabra “travesura” permanece en la mente del público por una razón.
Los orígenes de las “travesuras”
Como muchos sustantivos colectivos para animales (piense en un “asesinato” de cuervos o un “parlamento” de búhos), el término “travesura” parece apropiado. Los ratones son conocidos por aparecer repentinamente, causar perturbaciones menores y, en general, darse a conocer de maneras inesperadas. El término no es sólo lindo; es descriptivo.
Comportamiento social del ratón
Los ratones son criaturas sociales con jerarquías establecidas. En la naturaleza, una colonia suele estar formada por un macho dominante y varias hembras. Cada hembra cría a su camada (de cinco a doce crías que nacen sin pelo y ciegas) en una cámara nido separada, a menudo escondida en pilas de leña o madrigueras. Estos grupos se comunican mediante chirridos de alta frecuencia y rastros de olor.
Los ratones domésticos, ya sean mascotas o huéspedes no deseados, también pueden formar grupos mixtos. Sin embargo, independientemente del entorno, un macho dominante defenderá agresivamente el territorio. La comida y el refugio dictan el tamaño del grupo; cuando los recursos son limitados, el conflicto es común. Los ratones, a pesar de su tamaño, son sorprendentemente territoriales.
Cuando los ratones se convierten en un problema
Si ves un ratón en el interior, es probable que haya toda una travesura cerca. Se mueven silenciosamente, pegados a las paredes y siguiendo rastros de olores familiares, lo que los hace difíciles de detectar. Aquí es donde a menudo entra en juego el término “infestación”. Los ratones domésticos pueden reproducirse rápidamente: las hembras alcanzan la madurez sexual en sólo cinco a siete semanas y pueden producir una nueva camada cada tres semanas.
Esto significa que una sola hembra preñada puede dar lugar a docenas de ratones en cuestión de meses. Los profesionales del control de plagas suelen utilizar el término “colonia” para describir este tipo de situaciones, pero la realidad subyacente sigue siendo: un grupo de ratones trabajando juntos, normalmente sin su consentimiento.
Por qué perdura la “travesura”
Mientras que en la literatura científica se prefiere “colonia” o “población”, “travesura” se ha convertido en un favorito en la cultura popular. Es un hecho divertido que agrega personalidad a un grupo de roedores, muy parecido a llamar “encendido” a un grupo de gatitos. La palabra es común en trivia, textos sobre comportamiento animal y conversaciones en general.
En última instancia, ya sea que los llames travesura, colonia o infestación, la idea central es la misma: los ratones son invitados sociables, adaptables y, a menudo, no deseados.
El término “travesuras” sirve como un divertido recordatorio de su naturaleza caótica. Conocer este sustantivo colectivo agrega un toque de fantasía a una realidad que de otro modo sería frustrante tanto para los propietarios como para los expertos en control de plagas.
